¡Basta de mitos sobre el estrés! Conoce la verdad que necesitas saber

¿Alguna vez te has preguntado realmente qué es el estrés y por qué parece ser el invitado no deseado en tantos momentos de nuestras vidas?

Pues bien, aunque a menudo escuchamos hablar sobre él, entender qué es y cómo nos afecta puede ser todo un desafío.

Según la física, el «estrés» es la fuerza o carga continua y prolongada aplicada sobre un objeto, causándole rupturas. De igual manera, la acumulación de tensiones que experimentamos en el día a día, trae consecuencias negativas que afectan a nuestra salud física, mental y emocional. 

Las «cargas» de nuestro estrés cotidiano pueden ser diversas, como responsabilidades laborales, preocupaciones financieras, relaciones personales, etc. Si estas presiones se vuelven constantes y prolongadas, pueden provocar una gran tensión en nuestro cuerpo y mente, llevándonos a experimentar síntomas como fatiga, ansiedad, depresión, problemas de sueño, entre otros.  

El estrés, en su esencia, es nuestra respuesta a las presiones y desafíos cotidianos, pero no te preocupes, no todo está perdido, existen diversas maneras de trabajar el cómo lo manejamos, para evitar sus afecciones y preservar nuestro bienestar general. 

En este artículo, desmentiremos los mitos más populares acerca del estrés y aclararemos lo que realmente sucede, también, te explicaremos qué lo provoca, cómo afecta tanto a la mente como al cuerpo, y exploraremos por qué algunas personas parecen manejarlo más fácilmente que otras. ¿Es cuestión de genética? ¿De personalidad? ¿O de cómo enfrentamos nuestros problemas?

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Mito: El estrés siempre es malo
Realidad: El estrés puede ser motivador

El estrés no siempre es negativo; en pequeñas cantidades, actúa como un estímulo que mejora nuestra capacidad para enfrentar nuevos retos y aprender de nuestras experiencias. Por ejemplo, el estrés momentáneo nos hace prudentes y mejora nuestra atención al recordar situaciones de peligro como no tocar una sartén caliente. tras haberte quemado anteriormente. En el contexto laboral, podría ayudarnos a desarrollar habilidades para la resolución de problemas. 

El estrés beneficioso es breve y manejable, no obstante, cuando se vuelve crónico y llega a afectar nuestra salud física y mental, es crucial reconocerlo y abordarlo, ya que el estrés prolongado puede aumentar el riesgo de problemas cardíacos y afectar negativamente el sistema inmunológico. 

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Mito: No hay nada que puedas hacer para manejar el estrés 
Realidad: Hay muchas estrategias efectivas para manejar el estrés

Contrario a lo que muchos creen, existen muchas herramientas que pueden ayudar a manejarlo. El estrés se vuelve problemático cuando interfiere con nuestras actividades diarias, nos lleva a evitar situaciones o se manifiesta de manera constante. Es necesario identificar qué lo causa y desarrollar estrategias que te funcionen a ti para afrontarlo, esto es clave para reducir la ansiedad y mejorar el bienestar en general. Hay que aprender a ser pacientes durante esta etapa, ya que pueden ser de prueba y error para descubrir qué métodos nos funcionan mejor para cada situación; el autoconocimiento y la observación son cruciales. 

Estas son algunas prácticas saludables que podrías realizar para gestionar tu estrés: 

  • Mantener un diario: Registrar tus experiencias y sentimientos puede ayudarte a identificar que te ocasiona estrés y encontrar patrones en tus reacciones.
  • Ejercicio regular: La actividad física es una de las maneras más efectivas de reducir el estrés, ya que libera endorfinas, mejora tu estado de ánimo y te ayuda a despejar la mente.
  • Técnicas de relajación: Practicar la respiración profunda, la meditación o el yoga puede ayudar a calmar tu mente y reducir la tensión física y mental. 
  • Alimentación saludable: Una dieta balanceada proporciona energía y nutrientes, algunos de ellos ayudan combatir el estrés y equilibrar tu bienestar emocional. Además, evitar el exceso de cafeína te ayuda a disminuir la ansiedad.
    Un ejemplo de estos nutrientes son aquellos ricos en vitamina D como el pescado, el atún, el salmón, el queso, el huevo, los champiñones. También los carbohidratos complejos como el arroz, la avena, la quinoa y el pan integral. Tomar una taza de té de la manzanilla, azares o cítricos, también podría ayudarte a relajarte.
  • comunicar tus sentimientos y emociones: Hablar sobre tus preocupaciones con un amigo de confianza, un familiar o un profesional, puede aliviar tu carga emocional, proporcionarte nuevas perspectivas y soluciones. 

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Mito: Solo las personas adultas experimentan estrés
Realidad: Las infancias y los adolescentes también experimentan estrés 

Al igual que los adultos, los niños y adolescentes enfrentan estrés, ya que es una respuesta natural ante los cambios y retos de la vida. Este estrés no solo surge de situaciones adversas como cambios escolares, nuevas actividades o celebraciones, también pueden ser fuentes de estrés para algunas personas. Es fundamental que los padres creen un ambiente seguro y estable, donde las dinámicas familiares, el tiempo de calidad para compartir experiencias, sentimientos y emociones puedan formar bases sólidas de confianza para los jóvenes. 

Para ayudar a los niños a manejar el estrés de manera efectiva, los padres deben modelar comportamientos saludables, supervisar los contenidos que consumen sus hijos y mantenerlos informados sobre cambios importantes en la vida familiar. Escuchar atentamente y trabajar en conjunto la resolución de problemas, ayuda a los niños a sentirse valorados y entendidos. Además, fomentar la autoestima, permitirles hacer elecciones para tener control sobre algunos aspectos de su vida y alentarlos a realizar actividad física, son estrategias clave para desarrollar resiliencia frente al estrés. Eduquemos desde la infancia acerca del estrés.

En este recorrido por los mitos y realidades del estrés hemos descubierto que no siempre es negativo y que, de hecho, es un buen aliado cuando se maneja adecuadamente. 

Hemos aprendido que existen estrategias efectivas para manejarlo y que, aunque puede parecer abrumador al principio, hay muchas herramientas para hacerle frente. 

Finalmente, sabemos que no solo los adultos experimentan estrés y que debemos proporcionar a las infancias todo el apoyo y las herramientas necesarias para enfrentar situaciones complejas con valentía y resiliencia. 

En resumen, el estrés es parte inevitable de la vida, pero no tiene por qué regir nuestro día a día. Con conocimiento, práctica y el apoyo adecuado, podemos resignificarlo y convertirlo en un aliado en nuestro viaje hacia el bienestar personal.  

 

Así que recuerda, ¡Tú tienes el poder de manejar el estrés y tomar el control de tus experiencias! 

 

Referencias:

Crum, A. (2018, 9 febrero). Stress Can Be a Good Thing If You Know How to Use It. Harvard Business Review. https://hbr.org/2015/09/stress-can-be-a-good-thing-if-you-know-how-to-use-it 

I’m so stressed out! Fact sheet. (s. f.). National Institute Of Mental Health (NIMH). https://www.nimh.nih.gov/health/publications/so-stressed-out-fact-sheet 

Stress. (s. f.). Mental Health Foundation. https://www.mentalhealth.org.uk/explore-mental-health/a-z-topics/stress 

Stress. (2022, 17 junio). https://www.who.int/news-room/questions-and-answers/item/stress#:~:text=What%20is%20stress%3F,experiences%20stress%20to%20some%20degree. 

Tips for Coping with Stress|Publications|Violence Prevention|Injury Center|CDC. (s. f.). https://www.cdc.gov/violenceprevention/about/copingwith-stresstips.html 

Wellness, B. (2021, 15 diciembre). The Positive Side of Stress. Bravo Wellness. https://www.bravowell.com/resources/the-positive-side-of-stress#:~:text=Stress%20that%20lasts%20for%20a,them%20again%20in%20the%20future. 

What is stress? (s. f.). UNICEF Parenting. https://www.unicef.org/parenting/mental-health/what-is-stress#stress-symptoms 

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